lunes, 27 de febrero de 2012

Oswaldo


Los abusones han existido siempre. Probablemente, los neardentales ya tenían que partirse la boca a diario para que el compañero de clase de pinturas rupestres no les friera a collejas o no les robara el pastel de carne de mamut que sus peludas mamás les habían preparado.

Normalmente, los abusones sólo lo son durante su primera etapa escolar, bien porque acaban madurando y convirtiéndose en personas de provecho o bien porque se les hace raruno robarle el tupper de macarrones al compañero de oficina cuando ya han cumplido los cuarenta. A saber.

De cualquier manera, la figura del abusón es tan necesaria dentro de la microsociedad escolar como la del empollón de gafas –que hace las fichas como nadie-, la de la rubia de coletas perfectas con gomillas de Kitty –que al final acabará siendo Reina de la Primavera en el instituto-, la del guaperas –que ya lleva gomina en la guardería- y la de la pava o pavo –generalmente con sobrepeso- que se niega a participar en ningún espectáculo ni juego escolar por vergüenza y miedo al fracaso infantil.

La pelirroja aún no está clasificada en ningún estereotipo, probablemente porque éste es su primer año de guardería y todavía no se halla, pero quiero dejar constancia de que fue, junto a un tal Roberto, la encargada de abrir el cutre-desfile de la cutre-fiesta de Navidad. Sin duda, un paso más para que acabe siendo la reina del baile antes de empezar la Primaria. Ahí lo dejo.

Sin embargo, por lo que he podido comprobar, algunos sí han adoptado ya los clásicos papeles, entre ellos, Oswaldo, que se ha convertido por derecho propio en el temido abusón de la guardería.

Oswaldo –cuyo nombre real es otro, pero tan rocambolesco como éste- es el ‘masca’ de la clase y eso es lo que hay. Al principio la pelirroja no se quejaba de él, pero el primo, con quien comparte clase, salía día sí y día también alegando severas diferencias con el susodicho y, en casi todas las ocasiones, con pruebas en forma de arañazos y magulladuras que acreditaban que Oswaldo no era trigo limpio.

Poco pasó hasta que la nena llegó a casa con la marca de una uña junto al ojo, gritando cual posesa que Oswaldo era malo y que le iba a pegar en el culo. Un castigo sorprendentemente benevolente para el rencor que le guarda desde entonces y es que, aunque no tenemos constancia de que Oswaldo haya hecho más de las suyas, ahora en casa es el culpable de todos los males. Si ella pinta la pared, mete la zapatilla en el cubo de la fregona o lanza a Caillou por la ventana o hasta si el padre se corta afeitándose, la culpa es de Oswaldo. Siempre. De que la comida esté “mala”, de que su bebé llore, de que yo estornude tres veces seguidas o de que ella incruste los rollos de papel en el WC. Oswaldo forever.

Y da igual que pase un mes sin ir a la guarde, el recuerdo de Oswaldo es tan potente que sigue siendo su comodín perfecto para librarse de las regañinas que siguen a sus trastadas. Al principio, me hacía gracia, luego, no me parecía bien que mintiera, pero ahora he empezado a verle el lado positivo al asunto.

Si quiero quitarle los dibujos, hacer desaparecer las chuches o tengo que desenredarle la complicada y ensortijada cabellera y se me escapa algún que otro tirón, la culpa siempre es de Oswaldo. Ella se gira y me mira, sabiendo que en el baño sólo estamos las dos, que su pequeño compañero nunca ha pisado la casa y que soy yo la que tiene el peine en la mano, pero ante la opción de quedarse sin cabeza de turco acepta, resignada. Y me deja seguir peinándola, despacio y sin protestar, mientras, cual amigas enfervorizadas, criticamos duramente y sin compasión al abusón del pobre Oswaldo, cuyo único delito, probablemente, haya sido pelear por un trozo de plastilina sucia.

10 comentarios:

  1. Me quedo con que Oswaldo no era trigo limpio... Ese pequeño esconde mucha maldad en su interior que tiene que exteriorizar como pueda... Que tu peque sea victima de las iras de Oswaldo es un efecto colateral simplemente...
    Desde aqui romper una lanza en favor de Oswaldo y desearle que su tan maltrecha como corta vida (que es la fuente de su violencia) se enderece lo mas pronto posible por su bien pero, sobre todo, por el bien del resto de compañeros.

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    1. Oswaldo da miedo, pero la madre más, así que por eso no hago mucha sangre... Ay.

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    2. Soy elena!!!

      ¡Son buenísimas tus historias!.Parece mentira pero que rápido aprende la peque...jajajajja o tiene un gran trauma o es muy lista xDD, espero que lo segundo.
      Esperemos que "Oswaldo" sea en un futuro un miembro honorable de la sociedad, mas que nada porque mis tias "las tranquilas" pueden sufrir un ataque severo al corazón si sus pequeño nietos aparecen con magulladuras varias again xDDDD.

      Un besazo guapa, me encanta esto jajaja

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  2. Ojú cualquiera es el guapo/a q se mete con el pequeño y a la vez temido Oswaldo y ojo con su mamá q también tiene un rato de guasa!!!!!!

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  3. Que lleven al Oswaldo este a Hermano Mayor.

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  4. todos contra Oswaldo jeje

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  5. La Pelirroja va a ser reina del baile sin duda. En mi casa hay un caso como el tuyo, toda la familia morena morenísima como la familia Flores incluso yo la primera hija. Pero dos años depués nació mi hermana blanquita como la leche y pelirroja (para rematar tenemos un hermano pequeño que es castaño claro pero de pequeño era más bien rubio).
    Mi hermana no fue reina del baile porque en mi peublo no había baile, pero era la protagonista de todas las fiestas de navidad, carnaval o fin de curso (y además lo odiaba). Uno de sus mayores traumas fue ser Blancanieves, porque no veía eso de darle un beso al príncipe. Ella quería ser madrastra, pero era más menudita que la que hacía de madrastra y realmente parecía más su madre. Así que cambiaron el cuento porque el pelo de Blancanieves era negro y tuvo que hacer el teatro. Eso sí, como a cabezona no le gana nadie, si el cuenot podía cambiar el color del pelo, también se podían saltar el beso y que se despertase con incorporarla.
    Besinos y te sigo leyendo que te descubrí ayer y estoy enganchadísima.

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    1. Jajjajajjaja, qué bien!! A ver si compesamos el blanco nuclear con protagonismo en las fiestas escolares, jajjaja...
      Yo si hubiera sido tú, le hubiera echado un tinte negro azulado en mitad de la noche... Con lo que a mí me gusta un protagonismo no hubiera podido lidiar con eso, jajjajaj...

      Gracias por pasarte y comentar!!!
      XXX

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  6. oh.. aquí presentaste a Oswaldo, tu futuro yerno, ay.. jajajaja..

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