jueves, 2 de enero de 2014

Mis propósitos maternales de año nuevo



1.- Lograr que Cigoto vuelva a dormir del tirón sin lanzar alaridos en plena noche que me dejen al borde del infarto cuando me despierto sin saber si soy la princesa Leia o el fantasma de Cantembury y poder volver a descansar como una persona decente y frenar el envejecimiento prematuro y maternal de la piel. Y de paso no endemoniarme a las tres de la mañana que tengo que tener a los vecinos acojonados.

2.- Que la pelirroja se ponga los calcetines. Sé que esto parece una banalidad pero cuando la niña no sólo pasa de ponérselos, sino que se los quita a escondidas cuando se los pones como si fuera una claustrofóbica pedestre y acaba andando descalza noche y día y pillando resfriados y bronquitis con sus consecuentes chutes de Terbasmin y la locura extrema y transitoria que acarrea, se convierte en una cuestión de seguridad nacional.

3.- Que la nena sea capaz de memorizar algo que no sea una canción Disney y que sea capaz de enterarse de algo a la primera sin que se le vaya el santo al cielo a la segunda palabra que digo para que luego al comprobar que no se ha enterado de nada me diga ‘ez que eztaba penzando en laz hadaz’. Así no hacemos carrera.

4.- Conseguir que a Cigoto le salgan los dientes aunque tenga que extraérselos yo misma como un minero dental antes de que se acabe metiendo toda la casa en la boca a empujones y nos acabemos inundando en su baba que todo lo alcanza y todo lo empapa y antes de que nos acabemos volviendo locos con sus quejas y su nuevo mal humor.

5.- Tratar que la niña coma más y más variedad. Esto es más complicado que lo de tener el tipazo de Blake Lively y puestos a hacer esfuerzos igual me renta más una cintura de avispa, para qué vamos a engañarnos.

6.- Centrar a la niña en su vocación temprana de médico y apartarla de su instinto de cabaretera, así me evitaré tener que sacarla a la cale con restos de purpurina en las pestañas y carmín cruzándole la boca como el Joker. Aunque pensándolo bien con las guardias tan malas que tiene el personal sanitario fijo que me toca críar a los nietos que me dé, así que igual hay que darle una vuelta a lo de cabaretera…  

7 comentarios:

  1. No gritar, o gritar lo mínimo, y mantener la calma. A esto se reducen mis propósitos maternales de 2014. Lo del gimnasio ya ni me lo planteo :P

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  2. Propósitos claros y concisos. Muy de la maternidad, he, he.

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  3. Las cabareteras deben de tener unos horarios muy chungos, también. Habrá que averiguar qué profesión le conviene más...
    Por cierto, yo soy muy de ponerme a pensar en hadas, también. Sobre todo cuando lo que me están diciendo no me interesa ni media.

    Besotes!!!

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  4. Yo para los maternales me pido que los churumbeles se aprenden y lleven a la práctica los míos,creo que así por lo menos podré cumplirlos jajajj.La de los churumbeles.

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  5. Suerte! El mayor mio también va sin zapatillas en casa! jajaja

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  6. Yo me conformaría con que comiera algo más que lentejas, sopa con pasta maravilla y nuggets. Ya ni pido volver a mi peso o tener pelazo. Hasta pa pedir soy una triste ya.

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  7. Yo pido intentar bajar el nivel de decibelios en mi casa, q mi niña vuelva a comer verduras y pescado (con lo q presumía yo antes delante de otras mamás) y que obedezca aunque sea a la segunda o a la tercera. Ay!
    Feliz año nuevo!

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